Desde 1998 año en el cual nuestro actual presidente Hugo Chávez Frías logra la victoria en unas elecciones libres y democráticas, hemos sido protagonistas, victimas, mártires y hasta héroes anónimos de un proceso de cambio político social en nuestro país, la población venezolana experimentaba para ese año una decadencia de los actores políticos, lo cual fue punto de aprovechamiento de un actor político “Hugo Chávez Frías” este Teniente Coronel del Ejército, ya había hecho dos intentos de obtener el poder gubernamental de Venezuela, dos intentonas golpistas fallidas, pero es en el año 1998 cuando constitucional y democráticamente gana las elecciones y empieza un proceso de transformación de la llamada burguesía al socialismo del siglo XXI lo cual llama la atención no parece ser la doctrina individual de sus actores pero si la política social,
La academia por su parte en sistemas de gobierno anteriores a mantenido un lazo de amistad, una amistad de izquierda, esta izquierda siempre fue sanamente vista por la comunidad nacional e internacional ya que era la punta de lanza desde el derrocamiento del entonces presidente dictatorial Marcos Pérez Jiménez, la academia siendo el estandarte de una sociedad civilmente evolucionada, es quien defiende esta misma, mientras los gobiernos la protejan y sea más cercana su amistad, la institucionalidad en un país será perfectamente plasmada y respetada.
Venezuela es una situación que es técnicamente volátil, porque está en pleno desarrollo y el giro que tomen los acontecimientos es improbable de predecir. Queremos decir que el hecho venezolano no sólo merece diversas interpretaciones, sino que su evolución como fenómeno histórico es aún una materia por definir, pues, si bien reclama ser un proceso revolucionario, se halla dentro del formato de una democracia que alguien pudiera llamar burguesa.
Chávez es un presidente constitucional y tiene que ir a elecciones y mantener el aparato jurídico formal de una democracia. Ciertamente, se presenta en el país como un líder único e indispensable, cabeza de un proceso político que se propone indefinido, así como se presenta en el exterior como un líder continental el líder venezolano asegura que gobernará hasta el año 2031. El presidente de Irán, Mahmoud Ahmadinejad, por ejemplo, expresó en Teherán que «Chávez es un perpetuo luchador contra el sistema dominante, un trabajador de Dios y un sirviente del pueblo»
Terminamos observando el discurso revolucionario venezolano en toda actividad y la propaganda oficial hace visible al líder de la revolución, que es al mismo tiempo jefe del Estado, en toda forma y medio: radio, televisión, afiches, pancartas, pendones colgados de los edificios, de modo tal que comienza a operar en el país una táctica de saturación que reiteramos tiene escasos antecedentes en la región.
FERMENUM Año 17, No 49, Mayo – Agosto 2007
Albornoz, Orlando
Jiménez, Elsi
La academia por su parte en sistemas de gobierno anteriores a mantenido un lazo de amistad, una amistad de izquierda, esta izquierda siempre fue sanamente vista por la comunidad nacional e internacional ya que era la punta de lanza desde el derrocamiento del entonces presidente dictatorial Marcos Pérez Jiménez, la academia siendo el estandarte de una sociedad civilmente evolucionada, es quien defiende esta misma, mientras los gobiernos la protejan y sea más cercana su amistad, la institucionalidad en un país será perfectamente plasmada y respetada.
Venezuela es una situación que es técnicamente volátil, porque está en pleno desarrollo y el giro que tomen los acontecimientos es improbable de predecir. Queremos decir que el hecho venezolano no sólo merece diversas interpretaciones, sino que su evolución como fenómeno histórico es aún una materia por definir, pues, si bien reclama ser un proceso revolucionario, se halla dentro del formato de una democracia que alguien pudiera llamar burguesa.
Chávez es un presidente constitucional y tiene que ir a elecciones y mantener el aparato jurídico formal de una democracia. Ciertamente, se presenta en el país como un líder único e indispensable, cabeza de un proceso político que se propone indefinido, así como se presenta en el exterior como un líder continental el líder venezolano asegura que gobernará hasta el año 2031. El presidente de Irán, Mahmoud Ahmadinejad, por ejemplo, expresó en Teherán que «Chávez es un perpetuo luchador contra el sistema dominante, un trabajador de Dios y un sirviente del pueblo»
Terminamos observando el discurso revolucionario venezolano en toda actividad y la propaganda oficial hace visible al líder de la revolución, que es al mismo tiempo jefe del Estado, en toda forma y medio: radio, televisión, afiches, pancartas, pendones colgados de los edificios, de modo tal que comienza a operar en el país una táctica de saturación que reiteramos tiene escasos antecedentes en la región.
FERMENUM Año 17, No 49, Mayo – Agosto 2007
Albornoz, Orlando
Jiménez, Elsi
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